Una ciudad colonial a orillas del Río de la Plata. Así se resume el encanto de Colonia del Sacramento, uno de los principales destinos turísticos de Uruguay. Pero sus atractivos sobrepasan cualquier intento de síntesis: desde el mágico barrio histórico hasta el romántico puerto, pasando por las playas naturales y el animado centro moderno, cada rincón de Colonia tiene una historia para contar e invita a seguir explorando.
Localizada en un punto estratégico del Río de la Plata, muy cerca de la desembocadura del Río Uruguay, Colonia fue fundada en 1680 por los portugueses como foco de avance en la pugna con España por el dominio colonial de la región. Es la ciudad más antigua del país, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO debido a la perfecta preservación de sus edificios históricos. Los siglos XVII, XVIII y XIX se entremezclan en las arquitecturas y leyendas del Barrio Histórico de Colonia, una verdadera joya de la historia regional.
Por su ubicación a solo 50 kilómetros fluviales de Buenos Aires, el Puerto de Colonia es el más activo del país. Cientos de pasajeros viajan a diario de un extremo a otro del Río, lo que convierte a la ciudad en la gran puerta de entrada al país desde Argentina. Hay varias empresas navieras con frecuencias diarias que cubren el traslado en apenas una hora. El viaje desde Montevideo también es breve: unas dos horas y media en bus (salen numerosas frecuencias desde la Terminal Tres Cruces) y menos de dos horas en auto.
El gran movimiento turístico de la ciudad ha desarrollado una estupenda oferta de hoteles y restaurantes. Hay propuestas para todos los perfiles, desde pequeñas posadas hasta lujosos resorts, desde bares sencillos hasta elegantes locales gourmet. Para distraerse, en el centro de la ciudad hay una amplia variedad de tiendas, plazas y centros de entretenimiento. Como capital departamental con más de 25 mil habitantes, los servicios son excelentes y el viajero dispone de todo lo que necesita para una estadía de primer nivel.
La belleza de Colonia del Sacramento se complementa con los lugares turísticos en los alrededores de la ciudad. La costa coloniense está llena de balnearios perfectos para relajarse las tardes de verano o primavera (comenzando por las propias playas de la ciudad, como la extensa Playa Ferrando). Santa Ana, Astilleros y Blancarena, a solo treinta minutos, regalan tranquilidad y naturaleza con buenos servicios turísticos. Otras ciudades a las que vale la pena escaparse son Carmelo, Conchillas y Colonia Suiza, de gran valor histórico. Agencias locales están a diasposición para organizar tours guiados por éstos y otros destinos.