La historia es la gran estrella del turismo en Colonia. No solo se trata de la ciudad más antigua del país (fundada en 1680 por los portugueses) sino que, gracias a la perfecta conservación de sus joyas históricas, ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Visitar el casco antiguo de Colonia es lo más similar a viajar en el tiempo. Edificios centenarios, calles atemporales y valiosos monumentos salen al encuentro del paseante, en perfecta armonía con las lindas playas fluviales y la colorida parte moderna de la ciudad.
Puerta de la Ciudadela
Como portal de acceso a los encantos del barrio histórico, la Puerta de la Ciudadela es un muy buen punto para comenzar un tour por la ciudad. También llamada “Puerta de Campo”, fue construida en 1745 durante el gobierno del portugués Vasconcellos, quien dio gran impulso a la urbanización de la ciudad.
Calle de los Suspiros
Es una de las postales emblemáticas de Colonia, con sus adoquines antiguos y sus viejas casonas, donde funcionan galerías y museos. La legendaria Calle de los Suspiros suele ser sede de tamborileadas, y es común ver personajes vestidos de época que realzan el atractivo de las fotografías.
Casa del Virrey
Aunque en Colonia no vivió Virrey alguno, estas reliquias son parte emblemática de la historia de la ciudad, y uno de los lugares más representativos del casco histórico. Los muros y arcos de piedra son una muestra típica de la arquitectura portuguesa. No se sabe exactamente el origen de la denominación, y ese misterio solo aumenta su atractivo. Está en la esquina de las calles Del Comercio y De Las Misiones.
Basílica del Santísimo Sacramento
La Iglesia Matriz de Colonia es la más antigua del país. Si bien nada queda del rancho que sirvió como primera iglesia en 1680, el predio se mantiene desde entonces, sobre la también fundacional Plaza Mayor. Tras numerosas reconstrucciones, la actual Basílica es de 1810 y es una valiosa muestra de la arquitectura portuguesa de la época.
Faro de Colonia
Icono de la ciudad, el Faro está en pie desde 1857, cuando fue construido para evitar los numerosos naufragios en esta zona del Río de la Plata. Está frente a la Plaza Mayor, junto a las ruinas del Convento de San Francisco Javier, del siglo XVII. Se puede subir y divisar la vista panorámica de la ciudad y el Río de la Plata.
Bastión del Carmen
En los restos de una fortificación colonial y una curtiembre del siglo XIX funciona hoy un Teatro y Centro Cultural, con una interesante agenda artística. Está junto al puerto de yates, en Rivadavia 233 (teléfono 4522 7201).
Puertos de Colonia
El puerto de Colonia (Av. Roosevelt y Rivera) es una de las principales vías de ingreso al país y una de las mayores atracciones de la ciudad. Locales y turistas suelen sentarse en las inmediaciones del Puerto al atardecer; otros se encaminan al viejo puerto de yates, en el barrio antiguo, que también ofrece vistas espectaculares.
Plaza de Toros Real de San Carlos
Esta monumental construcción solo tuvo vida durante dos años, de 1908 a 1910, cuando visitantes de toda la región llegaban a ver las corridas de toros. Con la prohibición de estos eventos, la Plaza de Toros quedó abandonada y hoy solo puede visitarse desde fuera, ya que está en peligro de derrumbe. De todos modos, vale la pena trasladarse hasta el barrio Real de San Carlos (a unos 4 kilómetros del centro) para observar la majestuosa arquitectura del estadio torero.
Parque y Playa Ferrando
La ciudad guarda varios rincones naturales para actividades al aire libre. Las playas fluviales en toda la costa coloniense son el sitio más visitado las tardes de verano, aunque durante todo el año se puede disfrutar el paisaje costero. La Playa Ferrando es la más linda de Colonia, con sus seis kilómetros de arena blanca y el extenso parque bordeando la costa. Tiene piscinas naturales para el buceo y excelentes condiciones para los deportes náuticos.